jueves, 18 de septiembre de 2008

Cuerpo animal el 27 de Septiembre

Queridos amigos de No mas Luna en el Agua y las Esteticas del Cuerpo ahora tornadas Fractura.
Hoy comienza la acción en Malayerba y se termina el Domingo 21, pero no olviden que la invitación para participar del evento experimental Cuerpo Animal es para los días 27 y 28 de Septiembre. Si, si ya sé, el 28 todos vamos a las urnas DE NUEVO!!!, no se preocupen, la invitación es a trabajar todo el día Sábado 27 y los que quieran continuar el Domingo 28 para terminar nuestro "hábitat" (referirse al proyecto en blog de Mayo).
Saludos y felicitaciones por Fractura, ahi topamos.

domingo, 7 de septiembre de 2008

la invitacion para FRACTURA




ESTAMOS LLEGANDO AL FINAL DE LAS ESTETICAS DEL CUERPO. Hemos denominado a este evento FRACTURA. He aqui su invitación


miércoles, 3 de septiembre de 2008

VORAZ SILENCIO


Como parte del Festival
"No Más Luna en el Agua",

y del Encuentro Interdisciplinario
"Las Estéticas del Cuerpo",

se presenta la obra

"Voraz Silencio"

de Ernesto Ortiz.

La temporada será del

jueves 4* al domingo 14 de septiembre.

Funciones de Jueves a Sàbados 20h0. Domingos, 18h00.

*Excepto el jueves 11

Sala de Artes Escénicas

"Mariana de Jesús"

CCE

lunes, 1 de septiembre de 2008

texto escrito por X ANDRADE

EDEMA DEL CAPITALISMO TARDIO

x.andrade

Hay múltiples entradas para un tema de moda. Prefiero aquellas que simplemente ven al cuerpo como “símbolo” de algo, o, como “agente” para la creación de significados históricamente construidos. La diferencia clave entre la primera posición, que lo ve como mero conductor de significados sociales, y, la segunda, que lo prefiere como participante activo del mundo social, estriba en que esta última subraya la posibilidad de la apropiación del mismo para fines propios de los colectivos sociales.

Para empezar el cuerpo es un lugar, una locación, un sitio. El sitio primario para la construcción del performance de género, entendido éste como el resultado de actos que repetimos compulsivamente para crear la sensación de naturalidad en la vida cotidiana. Históricamente, y más masivamente aún en la época del capitalismo tardío, el cuerpo es también un lugar donde se imprimen continuas transformaciones. Texto. Del tatuaje a la cirugía cosmética y la implantación electrónica, la superficie corporal expresa cambios, huellas, e historias particulares pero también funciona como impresión de las industrias globales y sus impulsos homogenizantes. En cualquier escenario, y una vez que la “cultura” ha sido destronada como frontera entre lo animal y lo humano en mérito tanto a la perversión pública del concepto cuanto a la evidencia evolutiva de los primates superiores y la antropomorfización de las especies de compañía, resta el adorno como, quizás, única diferencia propiamente “humana”. Las prácticas de adornamiento, sin embargo, están situadas en la encrucijada misma de la moda y la agencia, ambas actitudes que devienen políticas, a su manera, para sus portadores.

El cuerpo adornado, en este contexto, puede modificar y diferenciar a sus portadores con algunas finalidades: 1) dar cuenta de una pertenencia grupal, 2) diferenciar socialmente, 3) cambiar de status, 4) ajustarse a cánones establecidos de “belleza”. Esta última, por supuesto, no tiene nada de “natural”: desde el cercenamiento del clítoris hasta el enlargamiento del pene, se encuentran justificaciones situadas para una infinidad de prácticas. Siendo la belleza históricamente construida, sirve como una medida y una expresión de valores y creencias. La importancia actual que ha asumido la flacura en Occidente, especialmente desde la última década del siglo XX, por ejemplo, habla de un set específico de valores que, finalmente, se constituyen en un mecanismo de control social. Consecuencia de esta línea de argumento, el cuerpo es, por tanto, expresión de una determinada economía política, con el valor sensual de la imagen corporal determinado por criterios de producción y consumo: la flacura como ideal de la disciplina capitalista tardía encarnada en los sujetos particulares frente al sobrepeso como expresión máxima del lado oscuro de una misma economía.

Dos esquemas de circulación de cuerpos entran en juego: la disciplina y la constricción compulsivas con sus ideales de la nueva era, ecologismo consumista, y desconexión espiritualista incluidos, y el consumo excesivo de ciertas comodidades. La diferencia en este espectro se disuelve en los distintos fetiches a consumirse: el cuerpo flaco en el primer caso, y, la comida en el segundo. Los conflictos y desajustes de la economía corporal imperante, expresados de mejor manera por la bulimia y la anorexia, por un lado, y, por la obesidad, por el otro, patentan las tensiones de los ideales, tensiones que requieren de prácticas correctivas. La cirugía plástica viene a la mano como un método que promete no solamente la corrección y modificación radical del cuerpo sino, en última instancia, de la mente. Así, la tiranía de la belleza se expresa mediante la profundización de esquemas y jerarquías raciales (entre los cuales los lentes de contacto violenta constituyen la perla de los maniquies de piel estirada que van desfilando), y, a través del control ejercido por las industrias médicas. Las intervenciones quirúrgicas, no obstante, son juegos de niños frente a la genética mientras el aceite quemado de automóviles continúa siendo insuflado en los glúteos de las clases populares. Mafias corporativas y subterráneas gobiernan la economía de los cuerpos, llegando al interior de los mismos también mediante el tráfico globalizado de órganos.

Participantes activos del campo social, quedan las corporalidades –en tanto sujetos, superficies modificadas, productores de relaciones sociales, y mercancías del siglo XXI—situadas entre la homogenización dictada por las corporaciones, y aquellas formas de agencia que respiran entre las fisuras del sistema. Resta celebrar el aliento de estas últimas: cuerpos como textos de inscripción pero también de comentario crítico sobre el poder. Al momento de la celebración de la “resistencia”, sin embargo, otras corporalidades entran al escenario para complejizar el panorama de las transformaciones hasta ahora vistas: las de la robótica. Emociones de robot. Humanidad en las máquinas. Gestualidad mimética. Y la posibilidad cierta de la inmediata venganza: la comunión entre poder tecnológico, desarrollo biomédico, nuevas formas de esclavitud, y el control autoritario para implantar no solamente sentidos establecidos sobre la belleza sino del conjunto de la psique de lo que resta de lo que, alguna vez, fue concebido por Occidente –hasta hace un abrir y cerrar de ojos en la Historia-- como “humano”.

¿Qué topas cuando topas una teta? ¿A quién tocas cuando tocas a un perro? A quién miras cuando miras a un robot?

¡Híbridos, poshumanos, y genéticos racialmente reconstruidos, uníos! De ustedes es el futuro en el grandioso edema, la principal coreografía, del capitalismo tardío.

Lecturas:

Abu El-Haj,Nadia, 2007. The Genetic Reinscription of Race. Annual Review of Anthropology 36:283–300.

Bray, Francesca, 2007. Gender and Technology. Annual Review of Anthropology. 36:37–53.

Gangestad, Steven W. and Glenn J. Scheyd, 2005. The Evolution of Human
Physical Attractiveness. Annual Review of Anthropology 34: 523-48.

Hogle, Linda F. 2005. Enhancement Technologies and the Body. Annual Review of Anthropology 34:695–716.

Haraway, Donna, 2007. When Species Meet. Saint Paul: Minnesota University Press.

Haraway, Donna, 2003. The Companion Species Manifesto: Dogs, People, and Significant Otherness. Chicago: Prickly Paradigm Press.

Reischer, Erica y Kathryn S. Koo, 2004. The Body Beautiful: Symbolism and Agency in the Social World. Annual Review of Anthropology. 2004. 33:297–317

Schildkrout, Enid, 2004. Inscribing The Body. Annual Review of Anthropology 33:319–44.

Taylor, Janelle S. 2005. Surfacing The Body Interior. Annual Review of Anthropology 34:741-756.

martes, 26 de agosto de 2008

proximamente LAS ESTETICAS DEL CUERPO

Proximamente se darán a conocer los diferentes productos artísticos realizados dentro del marco del 6to Festival No Mas Luna en el Agua. Esto se hará los días 18, 19,20 y 21 de septiembre en Casa Malayerba.
Los horarios abiertos al público para visitar la Casa seràn publicados proximamente.

sábado, 2 de agosto de 2008

Proyecto Gerson

Rastro de Cuerpos
Proyecto para producto
De Las Estéticas del Cuerpo
Gerson Guerra



El cuerpo humano o animal, o cualquier cuerpo vivo a lo largo de su existencia y más allá de su existencia, suele dejar rastros…, a veces, rastros visibles, a veces rastros invisibles. Los rastros visibles e invisibles pueden construir inclusive una dramaturgia que inicia el día mismo que empieza la vida en el útero, en el huevo, en la tierra. Podríamos escribir textos infinitos de los rastros que dejamos a partir de nuestro nacimiento, rastros de olor, de fluido, de piel, de sonido, de sentimiento, de recuerdo, de pelo, de huella, de palabra, de afrenta, de caricia, de golpe, de sueño inclusive de energía.

A partir de improvisación en movimiento, los ejecutantes trabajarán en diferentes especialidades. Luego éstos cuerpos dejarán sus rastros con pintura en éstos espacios.

Los ejecutantes serán participantes del encuentro Las Estéticas del Cuerpo.


Gerson guerra

miércoles, 30 de julio de 2008

proyecto victor

FESTIVAL NO MAS LUNA EN EL AGUA
FRENTE DE DANZA DE DANZA INDEPENDIENTE
PROYECTO “LAS ESTETICAS DEL CUERPO”
MARZO- SEPTIEMBRE DEL 2008

ORGANIZADO POR: Josie Cáceres
Carolina Vascones
Irina Pontón

Proyecto Víctor Hoyos:

El estigma sobre la definición de la estética corporal.

1. Me interesa hacer observaciones sobre este tema en el sentido de la corporalidad estética de nuestro ser influenciado por los factores psicológicos.

2. Me gustaría trabajar sobre la idea de identificar nuestros estigmas: esas marcas de carácter físico, sicológico o sociológico que llevamos en nosotros y determinada nuestra estética corporal en la integridad del individuo.

3. Los cánones estéticos y el estigma en estos, son cada vez mayores en la sociedad.

4. He pensado crear algún tipo de objeto que permita a las personas identificar y registrar su(s) estigma(s), como si de ello, evidenciando el problema pudiera buscar solución o manejo. Leyendo sobre psicomagia en Jodoroswky, me vino la idea de que la experiencia en el objeto puede ser un acto de asumirse y encontrarse.

5. se me ocurrió la idea de construir los perfiles a escala real de algunas personas que quisieran sobre estos objetos plasmar su estigma. Pero creo que esta idea debe madurar. En estos momentos estoy investigando sobre el tema.


Estas son las ideas que desde el inicio han sido mi interés de proyecto. A partir de los trabajos en los talleres de las estéticas, las ideas se modifican permanentemente, todos han sido muy valiosos para la comprensión del cuerpo y sus posibilidades. Espero que al final pueda compartir con los demás este ejercicio y que el resultado sea, el producto de este ejercicio.

Para la presentación podría usar los espacios del frente en los corredores y áreas abierta o en conjunto con las obras de danza del proyecto que se presenten antes de que entre el público mientras esperan.

proyecto gabriela

Proyecto “Estéticas del Cuerpo”: Gabriela Alemán



Miembro Fantasma




Libro pop-up/ fold-out en torno al miembro fantasma: cómo se convive con lo que ya no está.





Libro de testimonios/ objetos/ fotos/ textos.






El miembro fantasma como metáfora:



· de la migración (falta de seres queridos);
· del sucre (hay partes de Ecuador donde se sigue calculando en sucres);
· del que mira lo que ya no está o se olvida que estuvo (Alzheimer).

proyecto cristina

Estéticas del Cuerpo
Cristina Marchán

Quisiera partir de una lectura que hace Cynthia Farina sobre los textos de Deleuze y Foucault, al proponerse pensar una pedagogía de las afecciones. En su tesis, nos plantea la idea de que la contemporaneidad ha generado un estado de adolescencia en nuestro cuerpo por la constante producción y reproducción de estímulos que “generan la renovación constante de una imagen de lo colectivo y de lo individual en constante transformación, en un estado de formación que nunca acaba de completarse”.(1)

Por otro lado me interesa poner en tensión lo anteriormente expresado con la sensación de que nuestros cuerpos están sometidos a una constante repetición de acciones y gestos, muchos de ellos como la performance de quienes creemos o deseamos ser, o como el hábito de ser lo que somos.

Si retomamos, como Farina, la noción deleuziana de “afecto” y la idea de “afección” como aquella “impresión que hace algo en otra cosa, causando en ella alteración o mudanza”, y la idea de que el sujeto se compone y recompone constantemente a través de lo que pasa por su cuerpo, o le pasa por su cuerpo (2), entonces me interesa creer que en la repetición diaria de nuestras acciones, o dicho de otro modo, que en el ejercicio diario de mí, cabe la posibilidad de la trasgresión de la propia idea de mí en tanto construcción de un hábito o de una norma. Cabe el ejercicio constante de pensarme de otro modo, de accionarme de otro modo aún si transito las mismas calles una y otra vez, si transito los mismos gestos unas y otra vez. Gestos que dejarán ya de ser los mismos en tanto que tendrán ya otro sentido.

El ejercicio que propongo es una investigación sobre cómo un estado de conciencia abierto a las afecciones puede ir modificando el sentido de una repetición a través de las mismas acciones. Para esto, propongo armar una secuencia de acciones físicas que se repetirá una y otra vez, elegidas entre un campo amplio de contextos propios (lo doméstico, el ejercicio, la memoria, etc) y que partirán en principio de aspectos muy concretos de lo que creo componen parte de mis hábitos y del cómo acostumbro pensarme.
Frente al espacio donde se ejecutará esta secuencia, crear un segundo espacio compuesto por una silla donde invitaré a distintas personas a sentarse y observar activamente la secuencia realizada.
La intención será poner en relación la ejecución de la secuencia como metáfora de una práctica de sí que transita un mapa gestual ante la mirada de varios otros, a su vez construidos desde su simple mirar en “hombres”, “mujeres”, “adultos” o “niños”. La idea es permitir que la realización de la secuencia se modifique en el cómo, en la medida en que el sentido de ese gesto vaya transitando diversas posibilidades. A la vez, explorar cómo se afectan mutuamente tanto el cuerpo de otro que mira como el cuerpo que acciona.


Notas:
1. FARINA, Cynthia. “Arte, cuerpo y subjetividad. Estética de la formación y pedagogía de las afecciones”, Universitat de Barcelona. Barcelona 2005. (p.12)
2. Idem.

proyecto IRINA

FESTIVAL NO MAS LUNA EN EL AGUA
ENCUENTRO “LAS ESTÉTICAS DEL CUERPO”
2008
FRENTE DE DANZA INDEPENDIENTE

IRINA PONTÓN

Antecedentes

Como creadora estoy interesada particularmente en el estudio y análisis de historias personales, que tienen su origen en procesos y huellas emocionales.
Estos procesos me interesan sobremanera porque es a partir de ellos que busco producir y crear un discurso escénico específico.

En este discurso escénico no es un discurso elaborado a partir de las formas externas del intérprete sino desde la indagación –incluso morbosa- de las huellas emocionales y/o historias personales.

Es precisamente esa indagación la que engendra el discurso escénico, desde el fondo hacia la forma.

La propuesta

En esta propuesta utilizaré las estéticas diferenciadas que la música produce en las personas cuando cantan. Las sensaciones que genera la música, resulta una forma especial de emitir un discurso escénico.

Los intérpretes / creadores / participantes serán escogidos de entre un amplio rango social, de edad y actividad.


El producto
Para elaborar esta propuesta, me propongo poner en escena las estéticas que personas de distintas esferas, medio o estratos tienen cuando se enfrentan a una música que los conmueve o provoca, especialmente.

Este acto escénico será registrado en un vídeo, que será presentado en un acto performático en el que se incluirá el hecho escénico mismo, con los intérpretes y el público invitado.

proyecto carolina

“No mas Luna en el Agua”
“Las Estéticas del Cuerpo”
“Moa” Hallazgos y rastros de una criatura
Carolina Vascones O.

Durante el proceso del encuentro Las Estéticas del Cuerpo, asistiendo a los talleres y tomando contacto con las diferentes disciplinas artísticas y los artistas invitados, ha ido naciendo en mi una inquietud, una curiosidad, un deseo de investigar sobre la criptozoología.
Esta palabra criptozoología deriva del griego zoon que significa animal, de logos que significa estudio, y del prefijo kryptos que es oculto. Es decir, la criptozoologia sería la ciencia que estudia los animales ocultos. Un rasgo muy interesante de esta ciencia, es que estos animales nunca se ven, tan sólo se vislumbran. Según Eduardo Angulo, un criptozoólogo en su libro Monstruos, esta ciencia es pluridisciplinar y utiliza todos los datos disponibles: testimonios, tradiciones, fotografías, restos, etc. Es decir, “es la ciencia que estudia los animales cuya posible existencia se basa únicamente en evidencias testimoniales o circunstanciales, o en pruebas materiales que los científicos consideran insuficientes.” (Eduardo Angulo,Monstruos)
Mi hipótesis, es que todos nosotros, los seres humanos comunes y corrientes que aparentemente encajamos en el “péndulo de Foucault” escondemos en nuestro cuerpo-alma un monstruo…un animal oculto que no mostramos a nadie, y que surge en situaciones límite en las que por alguna razón perdemos consciencia de nuestros actos y palabras , y dejamos salir una criatura diferente a la cotidiana que conocemos y la hemos etiquetado como “yo” con nombre, apellido, profesión, y que responde a unas características ya etiquetadas por nosotros mismos y por los demás.
He iniciado pues una búsqueda sobre mi propio monstruo, y quiero hacer un producto escénico de lo que encuentre.
También quiero indagar algunos otros monstruos dentro del colectivo de artistas invitados a las Estéticas del Cuerpo. Producto de esa investigación, quiero conseguir algunos datos como fotografías, testimonios, restos, que permitan poner a la luz éstos animales ocultos… Con estos datos, quisiera confeccionar un librito que sea a su vez una evidencia de la existencia de estos animales ocultos en nosotros mismos.

Carolina Váscones O.

viernes, 25 de julio de 2008

Cuerpo Animal nueva fecha

si todos estan de acuerdo la fecha para Cuerpo Animal podría ser 13 y 14 de Septiembre o si no 20 y 21 del mismo mes. Para ver de que se trata el proyecto ir aqui en el blog a Cuerpo-animal una propuesta de Ana Fernandez/ Miranda Texidor.

lunes, 21 de julio de 2008

una reflexion aceracdel cuerpo por Valeria Andrade

Reflexiones sobre el cuerpo, tu cuerpo, el dolor y sus límites

Valeria Andrade

Tener un cuerpo es padecer el cuerpo que tarde o temprano, con más o menos frecuencia, con mayor o menor gravedad, quiebra su unidad en el dolor y la enfermedad. Situaciones estas, que abren esa estancia donde uno puramente es, más allá del código y del signo; porque no hay nada más real, más presente, verdadero y autosuficiente que el dolor.

Éste, es el pasaje que hay que atravesar por las buenas o por las malas. Anticipación de la muerte. Y como pasaje, es llegar de un lado a otro, que es una nueva dimensión de lo humano. Es el estado de la vulnerabilidad, de la contingencia, de lo efímero de aquella perfección hecha a imagen y semejanza del Señor; donde la persona deja de ser lo que era, inocente, y pasa a otro estado del ser.

En la experiencia personal, mi cuerpo se constituye a sí mismo como campo de conflicto y controversia; se transforma en territorio de rebeldía, de resistencia. Es escenario, soporte, herramienta. Es la cara de mi yo. Es el vehículo y metáfora de mis emociones, sensaciones, sentimientos, pensamiento, acciones. Es la construcción de mis deseos tercos. Es el único que responde a mis exigencias. Y de él, aprendí desde toda la vida, a atravesar la enfermedad, y a tensar sus límites hasta llegar al placer.

Como mujer, estoy siempre sometida, por naturaleza, a ciclos de dolor y sangre. Como bailarina, trabaja una sobre los malestares físicos de un cuerpo al cual se le exige más allá de sus límites; como quiteña, heredo los martirios de una Santa Marianita de Jesús, exhibidos con orgullo en el Museo de nuestra Ciudad. Como persona común sufro las agresiones del medio y las constantes laceraciones de mi piel. Como síntoma, sujeto construido por una cultura, arribo al vacío existencial, al hueco en el corazón, nihilismo posmoderno; al desencanto de un sistema saturado que sobrexcita la experiencia, sin respaldo espiritual, y ésta queda en la nada.

¿Existe una diferencia entre los cortes y cicatrices provocados por “la naturaleza” y los provocados por mi propia mano? ¿Cuál es el borde de aceptación de un cuerpo autoroto o el atacado por el estreptococos, el estafilococos, dermatitis atópica…? En la experiencia, no hay diferencia entre autoagresión y enfermedad. El dolor físico es el puro vacío, donde la angustia ya desaparece. Es el fondo inenarrable del que uno solo sale solo. Nuevo.

¿dónde se aloja el dolor?
¿cuál es la distancia entre el corazón y la piel?
¿tiene éste un límite moral?
¿es aceptado dentro de un fin, un valor, un sentido?
¿después de atravesar la experiencia, sigue siendo un@ la persona que antes fue?
¿si nuestro cuerpo es una construcción de signos, cómo son nuestros mapas de dolor?
¿y qué significan?

viernes, 18 de julio de 2008

Por favor confirmar

Me gustaría mucho que confirmen a travez del blog quienes se interesan y pueden participar del experimento Cuerpo Animal el 27 y 28 de Septiembre.

Gracias 

Ana Fernandez

martes, 15 de julio de 2008

Update de Cuerpo-Animal

El evento-acción-experimento Cuerpo-animal propuesto por Ana Fernandez se llevará a cabo los días Sábado 27 y Domingo 28 de Septiembre del 2008. Porfavor partícipes de Nomas luna que quieran hacer parte de este experimento salven esa fecha.

domingo, 13 de julio de 2008

aristides vargas parte 2

no se olviden que esta semana aristides vargas viene con su parte 2 del taller de escritura. el taller sera ene casa de VERONICA ANDRADE LOS DIAS miercoles y juerves a las 5 pm. Ya averiguare la direccion.

domingo, 29 de junio de 2008

Laboratorio Esfera 2008

LABORATORIO ESFERA 2008

Reflexiones a partir de

He visto con curiosidad y un poco de ansiedad los trabajos que se presentaron dentro del I Encuentro Internacional “Laboratorio Esfera. Digo con curiosidad porque siempre atrae la idea de encontrarse con algo nuevo, fresco y, si hay un poco de suerte, distinto.

Con ansiedad porque acompañé el proceso creativo de los noveles coreógrafos quiteños, y uno no puede evitar involucrarse afectivamente en este tipo de historias. Con afecto, más curiosidad aún y esperanza, estuve acompañándoles; y en ese tiempo, he encontrado aliento para la manida oferta ecuatoriana de danza contemporánea.

Idear, coreografiar, producir y vender danza contemporánea en nuestros países es tarea de valientes, tercos y apasionados. De otra manera, no cabría tal esfuerzo en mentes pragmáticas y comunes. Así que, de toda esta jornada, sin duda será precisamente la pasión infinita que se requiere para continuar bailando, lo que estos nuevos creadores habrán encontrado fundamental tener y atesorar.

Ciertamente, y si están atentos a los procesos de aprendizaje y a las lecciones sutiles que nos da la vida, también descubrirán que la pasión sola no es suficiente. Que hace falta además, mucha formación corporal diversificada, un bastísimo nivel cultural, y un sentido de la honestidad escénica que solo se encuentra cuando el alma creativa no está comprometida con nada que no sea la verdad del artista (qué palabra tan extraña).

No me sorprendió entonces que la principal reflexión a la que arribó Tamia Guayasamín, sea la de que su trabajo aún no es una pieza experimental. Tamia ha tenido la inteligencia de entender que el tiempo dedicado a su primera etapa de creación no es suficiente para agotar –en caso de ser esto posible- las muchísimas opciones que la escena y los lenguajes le pueden ofrecer. Las innumerables combinaciones que pueden ser factibles, cuando el discurso interno está definido y los lineamientos visuales están claros. Amén de la multiplicidad de implicaciones que un trabajo de corte experimental requiere realmente.

Tampoco me sorprendió que todos hayan entendido la magnitud de trabajo, tiempo y habilidad que producir implica en nuestros países. Estoy seguro de que hubo momentos en los que hubiesen preferido dejarlo todo y descansar al amparo de una clase, de una tarde relajada o de dos horas más de sueño. Pero, decidieron arremeter contra ellos mismos y avanzar en el compromiso. Ésta es una de las cosas que fortalecen el espíritu y que lo van convirtiendo a uno en guerrero de la danza, y no en burócrata de la escena.

De los trabajos participantes se podrían decir muchísimas cosas. De su calidad interpretativa, de su discurso interno, de su perspectiva particular del tema. Quiero, sin embargo, hablar de cómo se instalaron cada uno de los coreógrafos en su proceso. Y quiero hacerlo, además, desde una visión muy personal y subjetiva, como no podría ser de otra manera.

En Uno”, de Ernesto Landázuri abraza tímidamente la propuesta corporal. La pieza se sostiene precariamente sobre el ritmo interno del intérprete y el estudio de la poli-ritmia que, en este caso particular, lo seduce. Hay que recordar que Ernesto no es bailarín, que es un talentoso y valiente joven que ha decidido empezar a estudiar las posibilidades de su cuerpo. Sin embargo, y aunque la idea de las varias opciones y combinaciones rítmicas no queda claramente expuesta, hay una honestidad en el “estar” del intérprete en la escena. Es una forma de habitar su propuesta que le es bastante particular, y por lo tanto verdadera. Tiene entonces mucho trabajo por delante.

Cuando asistí al ensayo de “Inflexión” estaba completamente atraído por la idea de sentarme en un bus de la ciudad, y ver danza. Atestiguarla. Encontré que la idea de Gabriela Paredes tenía una indudable huella urbana. Que, aunque su propuesta fuera dancística, había una suerte de cotidianidad disfrazada de escena. Que aunque fueran bailarinas en un bus, eran también ciudadanas infectadas de rutina y urbanidad.

Debo admitir que sentí envidia de no ser yo quien lo hacía, quien bailaba entre las miradas atónitas y la incomodidad de los demás pasajeros. Y otra vez entendí que las posibilidades de combinación son infinitas.

En el día de la función misma, la pieza había evolucionado ampliamente. Los límites estaban más esclarecidos, al igual que las libertades y lo que no se iba a decir, también. Gabriela además decidió bailar, y eso debe haberle representado un problema más: coreografiar e interpretar no es una tarea para nada sencilla. Y esto se evidenció en los cuerpos que habitaban “Inflexión”: Verónica Castillo y Ana Lucía Moreno estaban mucho más presentes en ellos, con mucha mayor posesión y manejo que la misma Gabriela. Ana Lucía encontró una manera de estar en su cuerpo y en el espacio que anteriormente no tenía. Verónica dejó una huella, una impronta de fragilidad y equilibrio que aún tengo en mi memoria.

Inflexión”, por sus propias características, es la propuesta que mayormente se acerca a lo experimental. Primero, por sacar la danza del espacio convencional y, segundo, por no buscar el lenguaje corporal a partir del cuerpo solamente, sino de la amplia información y referencias que el movimiento del vehículo y la interacción con los espectadores le dan a la pieza.

No tuve la oportunidad de ver el trabajo de Carolina Da Silva y de Nirlyn Seijas, de Venezuela, hasta el día del estreno. Así que mi acercamiento a “Entre tus manos. Cocinándote” es de mero espectador. Desde ese lugar, intenté dejarme llevar por la propuesta coreográfica y acercarme al espacio que les era común a la intérprete y a la co-coreógrafa. No conseguí ver una coherencia entre las partes de la obra, ni en el manejo de los elementos escénicos.

Pude ver, en cambio, una búsqueda en los ritmos corporales. El cuerpo de Seijas se deshace ondulante y fuerte en la escena. Pero no encuentra aún un personaje claro y distinto a ella misma. Sin duda, lo experimental de este trabajo en particular, reside en haber convertido en solo una pieza para dos: ardua tarea; mucho también por aún hacer.

Sin” de Tamia Guayasamín es una búsqueda por una estética individual. Individual, en el sentido que los cuerpos que interpretan no buscan cumplir un canon de belleza. Son cuerpos incompletos y enérgicos que rozan los límites de lo amorfo.

Sin embargo, solo lo rozan. Lo insinúan. Llegar a componer un cuerpo que adquiere una forma no convencional particular es una labor de mucho tiempo y esfuerzo. Sin” es la puerta por la que Guayasamín puede entrar en su búsqueda particular de creadora. Está, con su obra, frente a ese umbral. Le corresponde tomar la decisión de cruzarlo y entrar. Para encontrar talvez que ese no es su camino o que, contrariamente, sí lo es.

En esta pieza, una vez más, la dificultad de crear e interpretar es la gran zanja que debe Tamia saltar.

Laboratorio Esferas” es una iniciativa que merece mantenerse y fraguar. La gran cantidad de trabajo por hacer no debe ser sino el alimento que haga crecer este cuerpo de creadores y bailarines. Debe solo ser el principio de esa danza nueva que Latinoamérica merece y necesita. Una danza que, nacida en honestidad, bordee los límites interdisciplinarios y estéticos. Una danza que crezca, como mala hierba, por los intersticios de lo establecido, de lo convencional; para reverdecer sobre las paredes mustias de la institución.

Ernesto Ortiz Mosquera

Quito, 25 de junio de 2008

sábado, 21 de junio de 2008

Fotos de los locos de NomasLuna en el cafe







Aqui están Marcelo Aguirre, Elena Vargas, Gabriela Alemán, Carolina y Gerson, Ingrid, Jorge y Joan y Mariana di Paula
pasamos bacancísimo despues del Alexander, todos alineados y apretando el esfínter.

sábado, 14 de junio de 2008

Proyecto Laboratorio, Esferas de Experimentación en Danza - Esfera Quito


Con el apoyo de No Más Luna en el Agua, y de diversos actores locales y regionales, se ha realizado en Quito desde abril de 2008 el proyecto Laboratorio, Esferas de Experimentación en Danza - Esfera Quito.

Laboratorio, Esferas de Experimentación en Danza propone con un formato nuevo y necesario, generar una instancia intermedia entre la etapa de formación y el medio profesional de la danza contemporánea. Tiene como principal objetivo propiciar la acción, la reflexión y el intercambio sobre procesos creativos en danza, entre jóvenes artistas Latinoamericanos.

Propone la experimentación como elemento fundamental dentro de la formación en creación en danza; fomenta la escritura, gestión, realización y dirección de proyectos artísticos, la reflexión sobre procesos creativos y de investigación en danza/danza teatro; y concibe un innovador espacio de intercambio entre artistas en formación provenientes de distintas ciudades: Lima, Quito, Caracas y Buenos Aires, a través del trabajo en red.

En Quito el equipo organizador de la Esfera Local está integrado por artistas noveles, formados en escuelas nacionales e internacionales, y de formación autodidacta: Tamia Guayasamin (coordinadora y responsable local), Gabriela Paredes, Verónica Castillo, Ana Lucía Moreno y Ernesto Landázuri (equipo organizador). Además cuenta con la asesoría general de Ernesto Ortiz y Josie Cáceres, reconocidos maestros y coreógrafos en el ámbito de la danza.

El Equipo Organizador además conformó tres Equipos Creativos que además de desarrollar proyectos artísticos referidos a la investigación en movimiento y danza, llevaron a cabo la gestión y producción del I Encuentro Internacional Laboratorio - Esfera Quito. En asociación con el Encuentro de Coreógrafos de Humanizarte y No Más Luna en el Agua, nuestro Encuentro Presenta trabajos escénicos en proceso tanto locales como de invitadas internacionales, de Esfera Lima y Caracas.

I ENCUENTRO INTERNACIONAL LABORATORIO - ESFERA QUITO

Participan Esfera Quito, Caracas y Lima

Quito, 23, 24 y 25 de junio
Teatro Humanizarte Leonidas Plaza N24-226 y Lizardo García
Escuela Exploradores de la Danza, Frente de Danza Independiente –FDI. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Edificio de los Espejos 3er Piso.

Guayaquil 20 de junio
Festival Fragmentos de Junio - Teatro Sarao

Esmeraldas 26 y 27 de junio
Departamento de Cultura del Municipio de Esmeraldas

CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
- Lunes 23 y Martes 24/06
Muestra Escénica de los tres trabajos en proceso desarrollados en Esfera Quito un trabajo de Esfera Caracas, y un trabajo de Esfera Lima. Habrá conversatorio abierto al público con los integrantes de las Esferas después de las presentaciones.

15hs. Unidad de transporte Translatinos / Desde parada Av. América y Colón, esquina, hacia parada “Tambo Real”. 15:30hs. Desde parada “Tambo Real” hacia “El Trébol”

- “Inflexión” Esfera Quito

20hs. Teatro Humanizarte -Leonidas Plaza N24-226 y Lizardo García
– Inauguración IV Encuentro de Coreógrafos

-“Atrapasueños” (fragmento) Esfera Lima
-“Sin” Esfera Quito
-“En uno” Esfera Quito
-“Entre tus manos. Cocinándote.” Esfera Caracas

- Miércoles 25/06
Espacio de reflexión y debate sobre procesos creativos en danza contemporánea a partir de la exposición del Proyecto Laboratorio / Esfera Quito y los proyectos artísticos presentados en dicha muestra. Participan integrantes de Esfera Quito, Lima y Caracas, artistas del medio y estudiantes de danza y otras artes. Abierto al público en general.

Lugar: Escuela Exploradores de la Danza, Frente de Danza Independiente –FDI. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Edificio de los Espejos 3er Piso.

15hs. a 15.30hs Presentación del Proyecto Laboratorio, Gestión Esfera Quito y colaboradores.
15.30hs a 16.30hs. Charla sobre creación en danza por artistas locales invitados.
16.30 a 19hs. Exposición y debate procesos creativos Esfera Quito, Lima y Caracas.

SOBRE LOS TRABAJOS ESCÉNICOS
- “Inflexión” Esfera Quito
Idea y dirección: Gabriela Paredes
Interpretación / creación: Verónica Castillo, Ana Lucía Moreno
Música Original: Marco Pintado
Duración: 8 minutos

* Inflexión es un trabajo en proceso creado y presentado en un espacio no convencional: un bus de transporte público. La presentación se realizará durante el recorrido.

“Sin” Esfera Quito
Idea, dirección e interpretación: Tamia Guayasamin
Interpretación / creación: Gabriela Paredes, Verónica Castillo, Ana Lucía Moreno, Ernesto Landázuri
Vestuario: Mane Silva
Música: Darío Poletti
Duración: 10 minutos

“En uno” Esfera Quito
Idea, Dirección e interpretación: Ernesto Landázuri
Duración: 10 minutos

“Atrapasueños” (fragmento) Esfera Lima
Idea, dirección: Mirella Carbone
Interpretación / creación: Mayra Valcárcel, Moyra Silva, Inés Coronado, Lucía Bacigalupo
Asistente: Pamela Santana
Producción: Andanzas
Duración: 15 minutos

Fragmento en proceso de creación inspirada en los cuentos clásicos de nuestra infancia. Esta coreografía acoge el sentido que hay detrás de estas historias, que mas allá de su apariencia, esconden lo mas intimo de nuestros deseos y miedos del inconsciente colectivo.
Sumida en una atmósfera de sueños, teje situaciones y personajes que nos remontan a estos cuentos, la oscuridad y los temores. Y con esta reflexión nos enfrentamos a las debilidades heredadas.............¿de dónde vienen nuestros miedos?

“Entre tus manos. Cocinándote” -Esfera Caracas
Dirección: Carolina Da Silva
Asistente de dirección e Interpretación: Nirlyn Seijas
Duración: 20 min.
Iluminación: Gilbert Molina.
Equipo participante de 6 min. y 1/2. Colectivo Experimental.

Acercamiento a una danza a través de textos, canciones y testimonios hablados sobre el tema amoroso como realidad humana, vista desde la perspectiva subjetiva de las creadoras.

EXTENSIÓN DE ACTIVIDADES I ENCUENTRO LABORATORIO - ESFERA QUITO A GUAYAQUIL Y ESMERALDAS

- Festival Fragmentos de Junio -Guayaquil
Muestra Escénica “Sin” -Esfera Quito. Viernes 20/06 - 21hs. - Teatro Sarao.

- Departamento de Cultura, Esmeraldas
Muestra Escénica de Esfera Quito, Lima y Caracas.
Jueves 26/06 - 19hs. - Teatro CCE

- Departamento de Cultura, Esmeraldas
Intercambio con artistas locales. Exposición y Debate sobre procesos creativos en danza contemporánea.
Sábado 28/06 - 11hs. - Hall Departamento de Cultura de Esmeraldas

CRÉDITOS
Esfera Quito
Coordinación general: Tamia Guayasamin
Equipo organizador: Gabriela Paredes, Verónica Castillo y Ernesto Landázuri
Asesoría Artística: Ernesto Ortiz
Prensa y difusión: Johana Sánchez
Agradecemos al Departamento de Cultura del Ilustre Municipio de Esmeraldas y a Nicolás Kingman
Contacto: laboratorio.esferaquito@gmail.com / 086304085 - 098734367

Proyecto Laboratorio
Coordinación y Producción General: Tamia Guayasamin
Asesoría Artística General: Mirella Carbone.
Laboratorio cuenta con la colaboración de la Red Sudamericana de Danza –RSD (www.movimiento.org).
http://laboratorioesferas.blogspot.com/

ASOCIADOS
VI Encuentro No Más Luna en el Agua (http://nomaslunaenelagua.blogspot.com/)
IV Encuentro de Coreógrafos de Humanizarte
COLABORACION
Red Sudamericana de Danza (www.movimiento.org)
AUSPICIOS
Frente de Danza Independiente FDI
Casa de La Cultura Ecuatoriana
Anaconda, Arte y Cultura
Restaurante La Casa de Rafa
APOYOS
Fundación Arte Imagen ARIG
Imaginaria 3D
Sarao
TransLatinos
AVALES
Embajada de la Republica Argentina
Fundación Guayasamin

viernes, 6 de junio de 2008

Proyecto de Jorge Espinosa


ALTERA-ALERTA
ALERTA-ALTERA

Mis sentidos se alertan con la "presencia" de un nuevo cuerpo.
La calma se altera, el silencio se rompe. 
Mi cuerpo no puede seguir impasible.

Los cuerpo son dinámicos, son un universo de cambios y transformaciones internas. Las relaciones entre cuerpos, entendiéndolos como cualquier sustancia animada o inanimada, son también dinámicas. Nos relacionamos con ellos buscando modos de equilibrio continuo que muta con cada estado anímico generado por la misma relación. La oscilación provocada por la búsqueda de equilibrio lleva a momentos de enorme tensión y desgaste. Cuando el desgaste sobrepasa un límite, la relación se rompe y esa comunión entre las partes desaparece, pero este nuevo estado no deja de ser rico, las tensiones que antes convertían a las partes en un único cuerpo ahora las separan y rechazan para conformar otro en el vacío y espacio resultante.

El cuerpo de "carne" como el sonoro se arma y se desarma en la convivencia con otros cuerpos. Rebotan y son absorbidos. Las frecuencias sonoras alteran la superficie de las cosas que tocan. Textos y música alertan nuestra memoria, provocan un estado de vigilancia y reflexión. Después de acoplarse y separarse y volverse a acoplar estos cuerpos ya no pueden ser iguales, ahora conforman uno nuevo.

Propongo una audio instalación multicanal que usará grabaciones de entrevistas a enfermos (narrando cómo empezó su enfermedad,los síntomas que padecen y la relación que tienen con sus cuerpos a partir del diagnóstico) que en algunos momentos se fundirá con una amalgama de armónicos generada por frecuencias sintéticas.
La obra busca diferentes niveles de aproximación. Por un lado lo anecdótico de las narraciones y por otro una atmósfera sonora densa, a la vez tangible e indefinida, nada melódica. Las partes estarán organizadas linealmente, en algunos momentos las voces de los pacientes estarán solas y crudas, en otras sólo las frecuencias sonoras y en algunos momentos las dos superpuestas. Esta edición de aproximadamente 5 minutos, se reproducirá simultáneamente desde 4 canales independientes, instalados en diferentes extremos de la sala. Las pistas se repetiran 4 veces pero en cada repetición los canales se desfasarán algunos segundos. La solidez y definición de la primera audición se perderá en las siguientes hasta volverse una suma vibrante y orgánica de sonidos que llevarán al caos. Los armónicos en este momento se superpondrán para formar un nuevo tono ondulatorio, con otra dinámica y con nuevas cualidades.
La enfermedad.

domingo, 1 de junio de 2008

texto informativo sobre charla Mariana di Paula

¿Se puede generar conocimiento a partir del movimiento humano?


Mariana di paula





datos personales:
e. mail: dipaula@adinet.com.uy


Exposición preparada para el Seminario “La danza en la Universidad”
Montevideo, 5 de octubre de 2005

Mariana Di Paula ¿Se puede generar conocimiento a partir del movimiento humano?
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Para una bailarina o un bailarín, su cuerpo es su instrumento. Conocer el instrumento, la manera de usarlo es, entonces, de vital importancia. Tanto para no dañarlo como para conocer sus potencialidades expresivas.

UNIDAD PSICOFÍSICA

Luego del dominio de la visión cartesiana de cuerpo, donde la mente y el cuerpo eran considerados como entidades separadas, ha surgido en el último siglo la necesidad de abordar al cuerpo como una unidad psicofísica. Sin lugar a dudas estos dos conceptos coexisten en la actualidad. No los voy a analizar desde el punto de vista teórico, pero si me gustaría abordar una mirada práctica: en la experiencia de nosotros mismos, ¿qué significa? Y en la tarea docente, ¿qué significa?

Recuerdo cuando tomé mis primeras clases de técnica Alexander. Estaba sorprendida por lo que se me movía interiormente al mover y modificar mi cuerpo. Experiencia que una y otra vez mis alumnos expresan en las clases. Pueden reconocer pautas de su personalidad en la manera de cómo hacen uso de su cuerpo, pueden también hacer concientes creencias que determinan su manera de accionar para confirmar en la experiencia su creencia. Por ejemplo: cómo hacen uso de los soportes del suelo y de su propio cuerpo y cómo eso tiene relación en la manera de establecer relaciones de sostén y contacto con otras personas. O si creo que cambiar es difícil, pongo todo tipo de trabas al cambio y así confirmo lo que creo.

También recuerdo que esta consideración del cuerpo como una unidad psico-física era mas teórica que práctica. Me sorprendía que mi profesor supiera lo que estaba pensando sin yo decir palabra alguna. Experiencia que en varias ocasiones mis alumnos me han transmitido. “- ¿Cómo sabías que quería sentarme?” “¿Cómo sabés que siento miedo?” Sin ninguna bola de cristal esto se logra a través de un entrenamiento riguroso de la escucha de la coordinación a través del contacto . Y lo que sin duda es una experiencia conocida para muchos: al aflojar y distender los músculos nuestra mente también se calma.




Mariana Di Paula ¿Se puede generar conocimiento a partir del movimiento humano?
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USO AFECTA EL FUNCIONAMIENTO

Frederick Mathias Alexander planteó en sus trabajos que la manera en que usamos nuestro cuerpo la podemos elegir, que podemos concientemente cambiar hábitos en el uso de nuestro cuerpo que puedan estar afectando su funcionamiento. No es una tarea fácil pero si muy simple.

El movimiento humano tiene la particularidad que se puede realizar con conciencia de que está sucediendo, que está ocurriendo, que se está realizando.

Si bien gran parte del repertorio se realiza de manera refleja, no por ello deja de ser susceptible de conciencia. Por ejemplo: podemos percibir los latidos del corazón, movimientos de las vísceras, podemos desplazarnos gracias a reflejos posturales , etc. Lo que es dudoso o imposible, dependiendo del punto de vista, es la capacidad de actuar voluntaria y directamente sobre ellos. Estos movimientos no son el resultado de nuestra elección o decisión. Esto es comprensible desde el punto de vista de la economía del funcionamiento del cuerpo: garantizar su funcionamiento más allá de nuestros estados de conciencia y a su vez de no ocupar nuestra conciencia en movimientos que dan sustento a nuestro quehacer diario. Podríamos decir que es una manera de dejar libre nuestra atención para ocuparla en otros procesos de pensamiento.

Ser conciente no significa que podamos HACER algo. Puedo quizás, ser conciente para dejar de hacer algo. Ser conciente para generar las condiciones para que algo suceda , para que por ejemplo los mecanismos fisiológicos funcionen sin interferencias. Al hacer algo lo voy a hacer de la manera habitual. Si apretamos la caja toráxica durante el movimiento, nuestra capacidad respiratoria se restringe. Sin duda podemos descubrir la relación que existe entre la “manera de hacer” y el funcionamiento, al notar como al comprimir la laringe (uso) se afecta la voz (funcionamiento) ( uso afecta el funcionamiento). La “manera de hacer” afecta la calidad de nuestras vidas. La manera cómo usamos nuestro cuerpo afecta su funcionamiento.

En este momento puedo ser conciente de cómo estoy sentada?, elegí estar sentada pero no el CÓMO, lo hice de mi forma habitual. ¿Estoy conforme cómo estoy? o me doy cuenta que hay un cierto “colapso” de mi estructura
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y de que ello provoca que la capacidad respiratoria esté restringida, que quizás mis vísceras o zona abdominal esté comprimida, etc. ¿Puedo HACER
algo para cambiarlo? Y he aquí una paradoja: ¿cómo puedo cambiar algo si no está sujeto a mi voluntad? Lo podemos intentar, es más, estoy segura que lo hemos intentado muchas veces y hemos “fracasado”: ¿cuántas veces hemos intentado “ponernos derechos” con el solo ejercicio de nuestra voluntad? ¿Y cuantas veces nos hemos encontrado nuevamente en dónde no queríamos estar?
Es como si experimentáramos ser movidos y lo que nos preocupa es no ser movidos en la dirección que no queremos ir. ¿Cómo crear las condiciones para “ir” en la dirección elegida, cómo creo las condiciones para elegir? Podemos elegir o somos víctimas de un automatismo dándole rienda suelta a la creencia cartesiana del cuerpo máquina: ¿soy víctima de mi cuerpo?

Esto tiene enormes implicancias en nuestra salud y en el cómo elegir el lenguaje corporal que exprese mis intenciones. Porque no cabe duda que todo movimiento tiene como origen un motivo, una intención.

INTENCION PRIMARIA DEL MOVIMIENTO

Me gustaría tratar ahora de una intención primaria del movimiento y que da a su vez, sustento a toda nuestro repertorio de movimientos. Es una intención que tiene su origen en el momento que nos ponemos en contacto con el medio aéreo y su constante: la gravedad.

Le llamo intención porque no nacemos pudiendo caminar. El desarrollo de los reflejos posturales que hacen posible el movimiento en un campo gravitatorio, si bien están contenidos en nuestra herencia, su desarrollo y consolidación depende de un proceso de aprendizaje que cada individuo debe realizar y que pueden perfeccionarse durante toda la vida para lograr nuevas y más sofisticadas destrezas.

Esta capacidad que vamos desarrollando para funcionar en un campo gravitatorio comienza entonces con esta intención en el bebé pequeño de conquistar la vertical. Y no cabe duda que es una conquista cuando tenemos la posibilidad de compartir ese momento con un niño : la alegría al estar parado y la gran conquista que es el primer paso. Una vez que la vertical se conquista, el niño comienza a caminar, correr, saltar, saltar en un pie, etc.

Mariana Di Paula ¿Se puede generar conocimiento a partir del movimiento humano?
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Se empieza la aventura de actuar en el mundo y llegamos a lo que somos hoy y la aventura continua….

Esta fuerza que nos lleva hacia arriba o que en términos fisiológicos se traduce en un espacio interno, en una no compresión de la columna vertebral, en un buen soporte para el movimiento, ¿qué características tiene?

Aquí me gustaría hacer una comparación con el Reino Vegetal. El tallo o tronco, claramente con una dirección vertical da sustento al despliegue de la planta. Cada planta en su individualidad desarrolla tal o cual cualidad, pero el sustento material parte de una clara intención vertical. En el ser humano este eje vertical estaría representado por la relación cabeza-columna. Este eje, como en las plantas, puede manifestarse de diferentes maneras: derecho, curvilíneo, etc. Siempre en una dirección clara: el sol. Lo que le da la orientación al eje de las plantas es el sol, lo que da la orientación a nuestro eje como seres humanos es la cabeza.

Vertical o arriba en nuestro caso no es, obviamente, en dirección al sol, podríamos decir que la cabeza es nuestro sol.

La gravedad es un hecho en nuestra vida, una constante. El alejarnos de la tierra es una conquista.

Es por lo tanto, el estudio de los mecanismos antigravitatorios que me parece de suma importancia para una economía del movimiento y mejores condiciones de funcionamiento. Cabe aclarar que estamos construidos para funcionar en un campo de gravedad y que nuestra estructura y fisiología está adaptada a ella. Por lo tanto, contamos con nuestro peso como un aliado para el movimiento. Si observamos el mecanismo peculiar que relaciona la cabeza con la columna , descubrimos que el diseño es de un equilibrio dinámico, por no decir inestable. El mecanismo tiende al movimiento, está construido para el movimiento. El desafío no es movernos, el desafío es elegir la dirección en la que nos queremos mover. Y para movernos en determinada dirección es


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tan relevante lo que tenemos que hacer, como lo que no tenemos que hacer. Y éstos son claramente los dos mecanismos de los que se vale el sistema nervioso para funcionar: inhibición y estimulación.

Lo que quiero decir es que contamos con el material para poder funcionar eficientemente. Tenemos que organizarlo, y para organizarlo necesitamos de nuestra conciencia como herramienta para elegir hacia donde queremos ir y de qué manera. Esto implica un proceso de aprendizaje: aprender a inhibir
interferencias, a cambiar hábitos, aprender sobre el funcionamiento de los mecanismos que hacen posible el movimiento.

Es muy organizador para el movimiento saber en la dirección que queremos realizarlo pero a su vez tener la capacidad de no hacer lo que no sea necesario. Esta es una capacidad que se puede entrenar. De esta manera los movimientos se pueden realizar con una mayor eficiencia, precisión y libertad.

EL LENGUAJE DE LA LIBERTAD

Considero que las y los bailarines deberían ser exponentes y estudiosos de estos mecanismos, tanto por su salud corporal como aporte para la sociedad: nos importa lo que hacemos paro también CÓMO lo hacemos. Eso se traduce en el cuerpo, y eso es visible, perceptible, transmisible, eso subyace a lo que quiero comunicar, eso le da sustento.

Creo que el cuerpo ya es un lenguaje, es el lenguaje de la libertad o de la resistencia a esa libertad, de la flexibilidad o del miedo al cambio. Luego, con ese lenguaje, en la danza como expresión artística, elegimos contenidos, melodías, diseños, etc. , pero el cuerpo es el instrumento.

Referencias bibliográficas

“The Use of the self” F.M. Alexander.
“Antropología del cuerpo y modernidad” David Le Breton.
“Metamorfosis: clave para la comprensión del crecimiento vegetal y de la vida humana” Frits H. Julios.
“The nervous System” Meter Nathan.

martes, 27 de mayo de 2008

En las Esteticas: Taller de técnica Alexander y charla con X AndradeBOLETÍN INFORMATIVO

BOLETÍN INFORMATIVO

"LAS ESTÉTICAS DEL CUERPO":
MÁS DEL FESTIVAL "NO MÁS LUNA EN EL AGUA"
del Frente de Danza Independiente


Continúan las actividades del Festival de Danza Contemporánea "NO MÁS LUNA EN EL AGUA", Capìtulo 2008, y como parte de su encuentro "Las Estéticas del Cuerpo", se presentará la charla "El cuerpo, una mirada entre la etnografía y el arte contemporáneo"
, abierta al público de la capital por parte del antropólogo Xavier Andrade, que se realizará en la Escuela Exploradores de la Danza, del Frente de Danza Independiente, este Jueves 29 de mayo, a las 19h00.

De igual manera, la maestra uruguaya Mariana di Paula, especialista de Técnica Alexander dictará un taller para bailarines, actores y público en general del Lunes 2 al Viernes 6 de Junio.
El Sábado 7 de Junio, a las 10 am, di Paula dictará la charla "¿Puede el cuerpo generar conocimiento?", en el Frente de Danza Independiente.

Acerca de la Técnica Alexander

El movimiento humano tiene la particularidad de que puede ser realizado conconciencia, podemos saber qué está sucediendo , elegir cómo moverlo, en lugar de convertirnos en víctimas de un automatismo, dando rienda suelta a la creencia cartesiana del "cuerpo máquina". El estudio de este tipo de movimiento, conciencia y manejo del mismo es lo que desarrolla la Técnica Alexander.
Se trata de un proceso en el cual la persona beneficiada (bailarín, contador, bombero o ingeniero civil) aprende a usar su cuerpo, a elegir concientemente el cambiar los hábitos de uso, para encontrar un mejor funcionamiento, armónico e inteligente, de nuestro máquina corporal, ahorrando desgaste innecesario de energía y generando mejores condiciones de funcionamiento.

Acerca de Mariana di Paula
Comenzó sus estudios de danza en Ecuador a los 10 años. En Uruguay fue bailarina fundadora de Contradanza y en Holanda formó parte de la Compañía de Danza de Marcelo Evelin. Realizó sus estudios de Técnica Alexander en la Escuela Holandesa de Alexander bajo la dirección de Arie Jan Hoorweg. Desde 1997, enseña la técnica en Montevideo, en clases individuales y talleres grupales.

domingo, 25 de mayo de 2008

CHARLA CON X ANDRADE


Como parte del Encuentro Las Estéticas del Cuerpo, el Festival No más Luna en el Agua, invitan a la charla que Xavier Andrade dictará este jueves 29 de Mayo a las 19:00 horas en la Escuela Exploradores de la Danza del Frente de Danza Independiente, en la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

La charla tratará sobre:

EL CUERPO, UNA MIRADA ENTRE LA ETNOGRAFIA Y EL ARTE CONTEMPORANEO

Quedan bienvenidos.

viernes, 23 de mayo de 2008

El cuerpo sin órganos


Aquí está el texto del cuerpo sin órganos de la obra "Mil mesetas" de Felix Guattari y Gilles Deleuze

http://www.con-versiones.com/nota0124.htm

No mas luna en el agua...el texto de Ana Rodriguez

Me pareció pertinente recordar las notas de Ana Rodriguez sobre la convocatoria, y otros textos que pongo a su disposición .



Estéticas del cuerpo
Notas para una convocatoria



Pensar el cuerpo…

El siguiente texto tiene por objeto fungir de provocación para un grupo de artistas visuales y escénicos que se reúnen alrededor de un trabajo de reflexión y de producción plástica sobre el tema de “las estéticas del cuerpo”, sus formas de representación y los discursos mayores o menores que lo significan. Este tema, aparentemente inagotable, es presentado a continuación de modo arbitrario: la articulación de las distintas perspectivas no responde a ningún criterio ni histórico ni lógico sino solo a un parti pris de quién escribe en función de una experiencia subjetiva, en función de provocar una conversación, de invitar a la reflexión.

En la primera parte –más sencilla y pedagógica-, se intenta recoger desde una perspectiva más histórica el aparecimiento y estatus del concepto de cuerpo como objeto del pensamiento de occidente. En la segunda parte se busca exponer un entendimiento contemporáneo del cuerpo, sobretodo desde una lectura de Judith Buttler y de algunas otras perspectiva foucoleanas, es decir el cuerpo como una construcción cultural y de poder. En la parte final, se propone una reflexión sobre el problema del deseo y la belleza, sobretodo desde apuntes tomados de Jacques Derrida.


Introducción: ¿Qué es el cuerpo?

La teoría posmoderna parece haber hecho desaparecer al cuerpo bajo el imperativo contemporáneo de que no hay nada por fuera de la representación. Podemos decir junto a los posmodernos que efectivamente no hay cuerpo que no esté mediado por el signo, es decir por un sistema de representación, por un discurso. Todo modo de aproximación al cuerpo refiere a un discurso, anátomo-fisiológico-biológico, psicológico, psicoanalítico, fenomenológico, artístico, erótico, etc. Si intentamos pensar en ejemplos de cuerpos que escapen a la representación pensaremos en general en el cuerpo que se evidencia en momentos liminales, por ejemplo el cuerpo que recibe el golpe de un ladrillo en la cabeza (como lo ilustraría sagazmente Humberto Ecco en Kant y el ornitorrinco). Podríamos decir que aún en ese caso la representación del golpe o del dolor funciona dentro de un sistema de signos. El movimiento que produce el golpe pone en relación al cuerpo con su entorno de modo difícil de encasillar. Se trata de una mediación que pone en evidencia la materialidad del cuerpo pero en una zona compleja y ambigua para el pensamiento. ¿Qué es el cuerpo? pregunto a mi alrededor. Es una construcción cultural me responden, prevenidos. ¿Qué es el cuerpo? repito. “Es una estructura, que camina, con una cabeza en el tope”… “es una estructura que significa de modo cambiante”… “es una masa de huesos o de carne y algo más, que me toca arropar”.
El cuerpo es aquello que se aborda en esta relación conflictiva con su definición, es aquello que se problematiza en los intentos mismos de su definición, en la medida en que uno se aleja y se acerca de las problemáticas de su materialidad y de su desmaterialización, pero sobre todo en la medida en que uno logra cuestionar en su representación las formas dominantes/mayores de su materialización, es decir aquellas formas discursivas que esconden y enmascaran su operación de naturalización como lo hacen por ejemplo los discursos médico-científicos. Pensar en la “realidad del cuerpo”, como nos invita Giani Vattimo a hacerlo, nos interesa ya que plantea una realidad del cuerpo solo en la medida en que es capaz de concebir una “de-realización” del cuerpo, es decir una forma susceptible de trabajar críticamente sobre la realidad del cuerpo, desmontando sin cesar las operaciones que lo constituyen.

Desde la “invención” del concepto de cuerpo en los inicios de la modernidad occidental (siglo XVI) surgen varios escenarios que ponen de relieve la importancia de las estéticas del cuerpo. Descartes -el cogito-, asiento de la individualidad y la razón que ponen al cuerpo como posesión y separado del alma y de la razón- provoca la primera escisión clara: el pasaje del cuerpo inviolable, que no se puede escindir con el bisturí, el cuerpo comunal del carnaval barroco, el cuerpo grotesco de la fiesta popular medieval, el cuerpo de Dios y de la creencia es puesto en el lugar médico: un cadáver es robado para el primer teatro anatómico y una nueva y primera materialización del cuerpo es operada de manera efectiva por la primera institución moderna, la razón individual sostenida por el autoritarismo del esotérico discurso científico. Todo problema de estéticas del cuerpo tiene que ver con la capacidad que tenemos de desplazarnos y acercarnos a las concepciones dominante sobre el cuerpo que están siendo operativas en nuestra época, es decir a la capacidad que tenemos de dar cuenta de las implicaciones de los discursos mayores sobre el cuerpo que están funcionando.
Un clásico ejemplo de la historia del arte del siglo XX es la obra de Francis Bacon en la medida en que trabaja sobre el cuerpo –desfiguración y reconfiguración, carne, dolor, etc.- y a la vez sobre las instituciones que lo hacen posible –estado-nación moderno, iglesia, medios de comunicación, etc.- y lo hace en una época en que era posible pintar la abstracción despolitizada y modernista del cuerpo como lo hacía Henri Matisse en sus cuerpos en azul recortado. Los cuerpos desgarrados de Bacon tienen sentido en un medio y en un contexto de censura que no es explícita, en el contexto de un silencio sobre el cuerpo. Algo parecido sucede cuando Wilson Paccha propone su serie pictórica “Piel de navaja” en tanto forma ambigua de la sexualidad y de la marginalidad, como forma crítica, liminal, que se cita y se reconfigura como un texto que sobretodo no narra el machismo sino que pone en un agenciamiento nuevo, en un ensamblaje particular, las tradicionales figuras del machismo. En este tiempo en el Ecuador, acusar a Paccha de machista sería como haber acusado a Francis Bacon de violento. Se trata en ambos casos de proyectos de de-realización de l cuerpo, es decir de proyectos que critican los discursos mayores/dominantes sobre el cuerpo. Entretiempo, se tejen formatos y lenguajes que van a indagar sobre las posibilidades enormes de representar el cuerpo en la contemporaneidad sobretodo en la dificultad de que esas representaciones sean críticas y no funcionales a los discursos biopolíticos, es decir a las formas de control y de reproducción de discursos mayores que tienden a fijar las capacidades de movilidad del sujeto. Me refiero a que luego de los años setenta, de la potencialidad política de la performance y del body art, aparece normal en este tiempo posmoderno (en que la transdisciplinariedad de las metodologías de trabajo son comunes) que se recurra fácilmente a temas sociales que sean trabajados con la ligereza suficiente como para reproducir estereotipos y confirmar los discursos mayores en su ansiedad por fijar el signo del otro. Así, un sinnúmero de bienales y de encuentros de arte público y de arte urbano invitan a los artistas a trabajar sobre temas que, en nombre de una “mirada etnográfica” (que más que eso es una tradicionalmente simplista “visión étnica”) producen videos o instalaciones multimedia sobre grupos sociales marginales, migraciones laborales, refugiados, etc.
Nos preguntamos entonces ¿cuál es el lugar que procura una voz para un cuerpo que busca resistir a su fijación? ¿En qué tramas de representación puede ubicarse para hablar, desde qué fugas logra articular un discurso? Si para la teoría queer y poscolonial, que trabaja sobre los límites materiales de la sexualidad, ese lugar de resistencia es la perversión, como vía efectiva de subversión de un orden , entonces nos preguntamos cual es ese lugar para el arte visual, par la danza, para la performatividad… ¿o será que podemos entender la performatividad del cuerpo como su mejor potencial para significar la perversidad o la subversión de las fuerzas biopolíticas que buscan modelar los cuerpos?


1. Cuerpo, percepción e imaginación: el cuerpo y la ambigüedad de los discursos modernos que lo inventan

Síntesis: de la aparición de la conciencia del cuerpo (s.XVII) al cuerpo borrado de la posmodernidad

La estética es el problema de las formas y figuras que desplegamos para dar cuenta de la representación, o de nuestra propia representación en tanto condición a priori. Desde los principios del pensamiento moderno, si ubicamos sus grandes giros en las conclusiones cartesianas y posteriormente en las categorías kantianas, podríamos sintetizar:
1. la individualidad moderna depende de una conciencia corporal, que no explica el mismo ser sino la separación entre ser de la conciencia y su relación con el cuerpo sensorial o cuerpo perceptivo. La razón cartesiana (substancia pensante) inventa el cuerpo como lugar y ya no como ser.
2. el ser en-sí (el ser-cuerpo) que no tiene conciencia de su propio cuerpo, es reemplazado por un ser para-sí, que ubica el problema del cuerpo dentro del problema general de la representación: hace falta que haya condiciones para la representación. La observación del eclipse no depende de que el eclipse acontezca ni de que lo pueda percibir, sino de que me lo pueda figurar, de que pueda representarme el espacio en el que sucede el eclipse.
3. el cuerpo es un problema de representación, que se hace complejo en la medida en que es el lugar de confluencia de muchas construcciones discursivas modernas. Ningún cuerpo es un cuerpo, se configura en la medida en que es el fruto de significaciones sociales y culturales que se negocian sin cesar. El cuerpo es una construcción discursiva.
4. el cuerpo es el borde entre lo simbólico, lo imaginario y lo real en la medida que funge de distancia, de fantasma y de síntoma indistintamente.
5. el cuerpo es objeto del control, es la finalidad de los mecanismos biopolíticos y en su dimensión preformativa se encuentra el último reducto de una escritura subjetiva. (estos dos últimos puntos serán abordados en el titular 2, sobre Buttler)



El “esquema postural”, la imagen del cuerpo desde la ciencia del siglo XIX

En su clásico libro “El cuerpo, un fenómeno ambivalente”(1976) Michel Bernard rastrea cómo la investigación científica va significando el concepto de cuerpo desde el siglo XIX. Los primeros estudios ubican la experiencia de nuestro cuerpo únicamente como un problema fisiológico, ni psicológico, ni social, ni cultural. Esto se explica por la ecuación propuesta por Auguste Compte: todos los conocimientos sobre el hombre son fisiológicos, es decir producto de la “física orgánica”, o sociológicos, es decir producto de la “física social”.

Si el organismo vivo conoce el mundo exterior en virtud d e las sensaciones provocadas en los órganos de los sentidos por estímulos externos, ¿cuáles son las sensaciones o, más exactamente, cuáles son las funciones sensoriales que permiten conocer el propio organismo? ¿No podría imaginarse una función, que siendo simétrica de la sensorialidad externa, asegurara la sensación global de todas las sensaciones internas de nuestras vísceras, de nuestra circulación, de nuestras articulaciones, etc.? De esta manera el fisiólogo Reil forjó a principios del s.XIX el vago y misterioso concepto de “cinestesia” (del griego koiné, común, y áisthesis, sensación) para designar “el enmarañado caos de sensaciones que se transmiten continuamente desde todos los puntos del cuerpo al sensorio, es decir, al centro nervioso de las aferencias sensoriales”.


A este intento insuficiente de entender la conciencia del cuerpo desde el punto de vista científico siguió el concepto de “esquema” como configuración topográfica del cuerpo, que al abordarse desde “la imagen espacial del cuerpo” devino en el concepto de “esquema postural”. Pick (1908) explicaba: “La localización de nuestros órganos, nuestra orientación en el espacio y, de manera general, el conocimiento topográfico de nuestro cuerpo debían estar asegurados por una especie de mapa mental o de miniatlas cerebral derivado de la asociación de sensaciones cutáneas con las sensaciones visuales correspondientes”, es decir con la capacidad de imaginar el cuerpo a través de una “serie óptica” (Wallon). La observación de algunos casos permitió algunas conclusiones, sobretodo la de un enfermo de autotopoagnosis, es decir alguien que a causa de lesiones cerebrales es incapaz de hacer coincidir las sensaciones que experimenta con el cuadro visual que tiene de su cuerpo. Esto coincide con el fenómeno patológico conocido como el “miembro fantasma” que ya había sido anotado por Paré y Descartes en el s. XVII, Bernard explica esta patología

se manifiesta en personas a las que se les ha amputado un miembro (brazo, pierna, seno o pene) y paradójicamente esas personas siguen experimentando la existencia del miembro mutilado.
(…) un hombre que, habiendo sido un excelente jinete, al volver a montar de nuevo a caballo, se imagina que sostiene firmemente las riendas con la mano amputada y al propio tiempo se pone a castigar al animal con la fusta que empuña con la otra mano; como es de imaginar, el hombre pierde el equilibrio y se precipita al suelo. (…) primera hipótesis: el miembro fantasma resulta de la persistencia de las excitaciones o estímulos del muñón del miembro amputado, es decir que resulta exclusivamente de la sensibilidad periférica. Si embargo la anestesia con cocaína no suprime el miembro fantasma. Además hay fenómenos de miembros fantasmas sin amputación alguna. Muchas veces el miembro fantasma conserva la posición que tuvo al producirse la herida: un herido de guerra siente aún en su brazo fantasma los trozos de granada que le destrozaron el brazo real. Hay que creer pues que el fenómeno no es de origen periférico sino de origen central, es decir que sería el resultado de la conservación de huellas cerebrales.


Descartes había ya escrito mucho tiempo antes: “el alma no siente el dolor de la mano por estar este en la mano, sino por estar en el cerebro”. Simplemente que esta inscripción parece referirse más a condiciones psicológicas y afectivas que a la disposición cerebral de inscribir dichas huellas. “El jinete conserva la imagen de su mano que sostiene la rienda por que quiere continuar asociando la sensación visual con la sensación táctil que el procura el hecho de empuñar las riendas”. Sin embargo ninguna de estas explicaciones será suficiente. El neurofisiólogo inglés Head propone que la imagen de cuerpo “esquema corporal” es “ya visual, ya motriz”, ya que todos los movimientos del cuerpo llegan a la conciencia como un cambio postural “ya traducido y esquematizado”. Schilder propone analizar el fenómeno de la “persistencia del tono muscular” en donde la motricidad depende de la experiencia emocional y libidinal. Para Freud el cuerpo es un conjunto de zonas erógenas, es decir, lugares de excitaciones sexuales relacionadas con los orificios del cuerpo (zona oral, zona anal, zona genital). En esta visión se privilegia una zona determinada del cuerpo en función de la historia de la infancia de cada quien o de su experiencia pasada. Esta información define una imagen del cuerpo que modifica el modelo postural, es como si las imágenes que se hace cada persona de su cuerpo acumularan importancia en las zonas correspondientes a esas experiencias erógenas y libidinales privilegiadas, “habrá líneas de energía que ponen en relación los distintos puntos erógenos, de suerte que las estructuras de la imagen del cuerpo variará según las tendencias psicosexuales de los individuos” (Schilder).
Sin embargo este mapa de las pulsiones no tiene que ver solo con sus fuentes orgánicas (boca, ano, órganos genitales) sino también con su fin (lo que Freud llama pulsión de ver y pulsión de dominio o de apropiación) . El “esquema postural” ya no es un simple modelo postural de base fisiológica sino un “estructura libidinal dinámica”, que está “en perpetua autoconstrucción y autodestrucción interna”, se trata de un “proceso continuo de diferenciación en el cual se integran todas las experiencias incorporadas en el transcurso de nuestra vida (perceptivas, motrices, afectivas, sexuales, etc.)”. Sin embargo estas dos visiones solo han sido yuxtapuestas por Schilder, dejándonos más elementos para el entendimiento del cuerpo la segunda que derivará en la visión del “cuerpo como relación”, o en la lectura psicoanalítica que reemplaza al esquema postural por una “imagen del cuerpo”.


El “cuerpo como relación”, hacia el siglo XX psicoanalítico

La conciencia del cuerpo no es algo dado sino que se construye a través de la experiencia y de la incorporación de sistemas de representación y valoración. El recién nacido por ejemplo no distingue su propio cuerpo de su entorno o del cuerpo de su madre. Sin embargo, tiene una relación de dependencia con respecto a la satisfacción de sus necesidades orgánicas y de su sensibilidad postural: necesita que se lo acune, que se lo alce, que se lo mueva, que se lo calme, para que pueda relajarse y entregarse al sueño por ejemplo. Esta relación con su mundo circundante tiene un doble efecto:

por una parte, permite al niño reconocer, identificar y por lo tanto, prever los actos de los demás (…) que luego experimentará él mismo en su propia sensibilidad postural . (…) la forma, la amplitud, la frecuencia y el ritmo de los gestos del lactante están calcados de la forma, la amplitud, la frecuencia y el ritmo de las respuestas maternas. El espacio postural del niño echa raíces en el espacios postural de su madre o de la persona encargada de cuidarlo (Bernard 1976: 52).

Desde los tres meses el bebé sabe dirigir a su madre sonrisas, gritos y señales que constituyen formas comunicativas e intercambios emocionales. La emoción es una forma de adaptación al medio y a los demás.
Esta adaptación emocional es esencialmente de origen postural y su núcleo es el tono muscular: todas las manifestaciones emotivas (…) desde la carcajada a la sonrisa, entrañan contracciones tónicas de los músculos, es decir, simples variaciones de la consistencia de los músculos, sin modificación de forma, sin alargamiento o encogimiento, como ocurre con las contracciones fásicas, necesarias para ejercer una acción sobre objetos exteriores. La función tónica del cuerpo es (…) comunicación e intercambio: es ante todo diálogo verbal, pues el cuerpo del niño, en virtud de sus manifestaciones emocionales,establece lo que Ajuriaguerra llama un “diálogo tónico.” (Bernard, 52)

Para que el niño logre finalmente una representación abstracta de su propio cuerpo tendrá que pasar a un estadio simbólico de representación, es decir tener la experiencia “del espejo” en la que tendrá que “unificar su yo en el espacio”, en ella “debe reconocer, por un lado, que su imagen especular solo tiene la apariencia de la realidad percibida por su propio cuerpo y, por otro lado, que esa apariencia tiene una realidad que él no puede percibir con sus propios sentidos.(…) de manera que para resolver este dilema, el niño debe ser capaz de librarse de las impresiones sensibles inmediatas y actuales y de subordinarlas a sistemas puramente virtuales de representación, es decir, debe adquirir la función simbólica.”

Para Lacan , el cuerpo es diferente del organismo. El organismo es una forma de fragmentación cuya realidad depende de su función. A diferencia del organismo (viviente) el cuerpo es producido por una imagen de unidad que se produce por una imago, es decir por una ilusión de unidad, por una imagen de sí que es posible en tanto se produce una imago del semejante que establece “la heterogeneidad constitutiva del yo”. El cuerpo no puede ser entonces solo organismo, sino que es organismo e imago.

El yo no equivale al ser del sujeto y tampoco es la síntesis de las funciones de relación del organismo, es radicalmente imaginario en su unidad porque es ilusorio en relación al caos propioceptivo del cuerpo y por otra parte porque es fundamentalmente visual.

Es interesante pensar esa visualidad como un insumo recurrente en las artes plásticas. Pensemos en la figura exacerbada del yo en el complejo de Narciso: el yo es capaz de un amor tan grande de sí mismo que resulta en una figura fatal, que se autodestruye, que sufre insoportables sentimientos de culpa por ese amor infinito. La figura de Narciso podría ser aquella que sin recurrir al autorretrato sino más bien y precisamente a los espejismos de otredades, que sin cesar construye el arte contemporáneo en su imperativo de ser político y social, la que alimenta muchos procesos poiéticos. ¿Hay un tipo de visualidad narcisista recurrente en las obras pictóricas de la contemporaneidad local?
¿qué tipo de imago –imagen unificadora del yo- reconfigura el arte contemporáneo? ¿ en las producciones y prácticas artísticas, el cuerpo como efecto de ese imago se pregunta por su arqueología (o genealogía en la medida en que hemos llamado inconciente a la historia de cada sujeto) es decir por una arqueología de las imágenes que “nos” marcan? ¿si lo hace en términos subjetivos, cómo trasladar esa pregunta subjetiva a un terreno más amplio como el del arte, es decir en estrictos términos simbólicos, universales?



Desde otra perspectiva distinta a la psicoanalítica, la fenomenología también plantearía una tesis antibiologista. Para Merleau-Ponty ninguna de las definiciones fisiológicas o psicobiológicas previas fue satisfactoria en la medida en que no consideraban suficientemente el problema del cuerpo como un problema del cuerpo-en-el-mundo. Desde la fenomenología, el problema del “miembro fantasma” del jinete se explicaría no como problema fisiológico del muñón, ni como psicología de no aceptación de la mutilación, sino como lugar de relacionamiento con el mundo a través de la práctica de la equitación. “El cuerpo es el vehículo de estar-en-el-mundo, y tener un cuerpo significa para un ser vivo volcarse en un medio definido, confundirse con ciertos proyectos y emprender continuamente algo”.
El cuerpo vivido es producto de una percepción del mundo que funciona también como retorno, es decir como construcción de realidad a partir de la experiencia sensible del mundo.


El cuerpo borrado

Le Breton se refiere al cuerpo borrado en la medida en que las condiciones dominantes del discurso que ubica el cuerpo entre los polos de la salud y la enfermedad asumen que aquel cuerpo que está bien ni siquiera se manifiesta, ya que todo signo debe ser leído como síntoma de anormalidad, de enfermedad, es decir que debe ser sometido a revisión y tratamiento. Retomando a Canguilhem o a Leriche, explica como en la cotidianidad el cuerpo se borra, la salud reside en el “silencio de los órganos”. Para ello ritos de evitamiento y borramiento se construyen como las reglas de l contacto físico, basadas sobre la distancia entre cuerpos y rostros en momentos de interacción, el evitar tocarse salvo bajo ciertos códigos, dar la mano, abrazar, etc.). Para Le Breton, las sociedades occidentales modernas escogieron la distancia, es decir la mirada, por sobre el tocar, el gusto o el olfato. Esta voluntad durante la vida cotidiana de olvidar el cuerpo muestra un enorme contraste con la vivencia del Carnaval por ejemplo cuando de modo excepcional todos los excesos están permitidos (N. Elias, Bajtín), donde no lo estaban se abre un campo de permisividad que es ambiguo e inmanente. No se trata entonces de pensar que este es un espacio contradictorio, sino que se trata de entender en qué medida en Carnaval muestra que el cuerpo es una construcción discursiva que se pone a significar en función de prácticas culturales. Las prácticas culturales que hacen significar al cuerpo o a partir de las cuales el cuerpo significa y se materializa, tienden a fijarlo. Las prácticas a partir de las cuales el cuerpo se subjetiviza y se reinventa son prácticas menores, es decir por ejemplo un cierto modo de vivir el carnaval: como una fuga, produciendo una figura que no se deja fijar.


El cuerpo sin órganos

El cuerpo sin órganos es el cuerpo desmaterializado, es el plano de inmanencia, es decir la posibilidad de pensar no solo en desmontar la materialidad de lo biológico sino de pensar en una corporeidad del pensamiento. Si hay un cuerpo es el cuerpo que desea, y el deseo para Deleuze es la producción de un conjunto que se desea, no de un objeto que falta sino de un conjunto/ensamblaje/agenciamiento que se produce ( no se desea lo que falta o a una mujer, sino a un conjunto que hace posible esa mujer, en un cierto contexto, en este atardecer, en determinada situación, con determinados elementos…), entonces el cuerpo sin órganos es la posibilidad de pensar ese cuerpo para el deseo como un problema de pensamiento, de plano de conciencia. Sin pensamiento no hay cuerpo, por eso podemos decir que el cuerpo es/equivale a un plano de conciencia. La vida desnuda (la “zoe” de Agamben ) no tiene cuerpo, es vida-desnuda. La animalidad es aquello que interpela desde la vida al cuerpo que falta, es ese límite, mecanismo de la conciencia, que reconfigura el sentido de la relación entre pensamiento y cuerpo.
Este sentido para Deleuze se debate entre figuras como la profundidad, la altura y al superficie. La superficie se refiere a una búsqueda del acontecimiento en un lugar tópico (como sucede con su lectura que hace de la obra de Lewis Carroll), en esa búsqueda se articula el sentido o el sin-sentido, que le permite concluir que en cualquiera de los dos casos “lo más profundo, es la piel”.


2. Desmaterializar el cuerpo (apuntes sobre Buttler)

Al intentar considerar la materialidad del cuerpo se es arrastrado “invariablemente a otros terrenos”. Buttler explica en la introducción de su libro “Cuerpos que importan”: “Traté de disciplinarme para no salirme del tema, pero me di cuenta de que no se puede fijar los cuerpos como simples objetos del pensamiento. Los cuerpos no solo tienden a indicar un mundo que está más allá de ellos mismos; ese movimiento que supera sus propios límites, un movimiento fronterizo en sí mismo, parece ser imprescindible para establecer lo que los cuerpos “son”. Continué apartándome del tema, comprobé que era resistente a la disciplina. Inevitablemente, comencé a considerar que talvez esa resistencia a atenerme fijamente al tema era esencial para abordar la cuestión que tenía entre manos.”
Podríamos decir que no hay manera de relacionarnos con el cuerpo que no sea a través de una mediación discursiva que nos pone en la situación de hablar del cuerpo a partir de aquello que lo significa: el discurso biológico, el médico, el mediático, el publicitario, el de la violencia, el del arte, etc. El cuerpo que es producido -que se materializa- por el discurso médico es un cuerpo constituido por órganos y funciones, por síntomas, diagnósticos y curas farmacéuticas. Hay una materialidad que corresponde a este discurso, que es posible por él. Hay gestos mayores que hacen operativo este discurso (desde la toma diaria de vitaminas hasta el respeto del autoritarismo médico), hay gestos menores que confirman su hegemonía (como la opción homeopática, el naturismo o tantas otras) que construyen una subjetividad siempre intersticial. Es decir que a los discursos mayores se “suman” (en lugar de oponerse) discursos menores que no podemos dejar de considerar en el intento de pensar al cuerpo, ya que estos modulan y operan resistencias o frenos a los discursos mayores. La materialización, la producción del cuerpo, no es posible de modo claro y definido. Los cuerpos se materializan de modo ambiguo, entre discursos mayores y menores, ente poder y resistencia, entre registros imaginarios y simbólicos, todos ellos como elementos de ambigüedad y no de antagonismo, como fronteras difusas y cambiantes de una figura que se modela y se remodela en función de su entorno también cambiante.


Buttler cita a Aristóteles en Del alma: “el alma es la primera categoría de realización de un cuerpo naturalmente organizado. Es por ello que debemos desechar por innecesaria la cuestión de establecer si el cuerpo y el alma son una sola cosa; tiene tan poco sentido como preguntarse si la cera y la forma que le da el sello son una sola cosa o, de manera más general, si so lo mismo la materia (hyle) de una cosa y aquello de lo que es la materia (hyle)”. En griego, la expresión “la forma que le da el sello” corresponde al único vocablo “schema”. La no separación entre la materialidad (cera) y la inteligibilidad (sello) hace que veamos el cuerpo como una materialidad que explica la función social de los cuerpos a través de un discurso lógico. Por ejemplo el discurso lógico de la biología explica el cuerpo de la mujer como limitado al terreno reproductivo.
Para Foucault, la figura del schema es producto de relaciones de poder/discurso. Se trata de atravesar la noción de cuerpo por la noción de poder. Es decir que los cuerpos no son previos a la situación de sujeción de la que son objetos en prisión, sino que la prisión o “el cuerpo de la prisión” produce el cuerpo del prisionero. El poder opera en la constitución misma de la materialidad del sujeto prisionero. La visión tradicional del poder entendido como algo que opera sobre los cuerpos desde una relación externa es algo que Foucault cuestiona. El poder modela, forma, materializa los cuerpos. Así la materialidad de la prisión “se extiende en la medida en que es un vector y un instrumento de poder”. La efectividad de su poder depende precisamente de que la materialidad aparezca solamente como un dato material o un hecho primario: “esa aparición es precisamente el momento en el cual más se disimula y resulta más insidiosamente efectivo el régimen de poder/discurso (…), al aceptar este efecto constitutivo como un dato primario, entierra y enmascara efectivamente las relaciones de poder que lo constituyen.”
Sin embargo Buttler aclara que eso es sobretodo una especulación que explica el poder y no
las modalidades de la materialización. Las formas binarias de oposición o conciliación forma-materia, cuerpo-alma o materia-significación (inteligibilidad) no hacen más que señalar, como lo demuestra Irigaray, “una “economía falogoncéntrica” que produce lo femenino como su exterior constitutivo (…) Este exterior constitutivo está compuesto por una serie de exclusiones que, sin embargo, son interiores a ese sistema como su propia necesidad no tematizable. Surge dentro del sistema como incoherencia, como desbarajuste, como una amenaza a su propia sistematicidad.”

Así cuando pensamos en las estéticas del cuerpo ¿nos referimos a las modalidades/condiciones de representación del cuerpo a través de lenguajes/discursos como la publicidad, la medicina, la biología, etc.? ¿O es que las estéticas se refieren a un segundo nivel más reflexivo, es decir a lecturas críticas de esas formas dominantes de materialización como son las formas icónicas de la publicidad? Esas formas críticas ¿cómo circulan, de qué manera se inscriben en circuitos como los del arte o la danza o el teatro? ¿En qué medida las artes reproducen condiciones de poder que condicionan las posibilidades performativas de la subjetividad?
En esta última me refiero a que si bien muchos de las imágenes del arte se constituyen en discursos críticos porque representan la desfiguración del cuerpo y su relación de dependencia con el espacio que se materializa a su alrededor -como las conocidas obras performáticas de Cindy Sherman o de Paul McCarthy-, estas obras se ponen a funcionar dentro del museo que es una institución moderna que, como en el caso de la cárcel, tendríamos que preguntarnos por su condición de vector y de instrumento de poder, es decir por el tipo de cuerpos que se materializan en esos espacios museales a los que este arte no logra escapar. Se trata una vez más de una ansiedad por producir un exterior que aún entendido como desborde es constitutivo, es inherente al sistema, y es susceptible de ser subsumido por el orden en tanto desorden necesario.



3. La presencia, el cuerpo, la belleza y el deseo (apuntes sobre Derrida)

Cuando Jacques Derrida es entrevistado sobre las “Artes del espacio” que estarían conformadas por todos aquellos modos de expresión como la pintura, la arquitectura y la escultura, que “ocupan el espacio”, Derrida propone que estos de modo particular trabajan sobre la desarticulación del logocentrismo del texto escrito (y esta se constituye en una razón suficiente para que sean objeto de un lectura deconstructiva). Este tipo de expresión visual/espacial hace un trabajo de “resistencia a la autoridad que el discurso filosófico ejerce sobre él” . En este sentido, “las artes del espacio” están inmersas en un problema de la presencia (a diferencia del texto escrito que está inscrito en la diferencia, en la postergación: hay algo que aparece en el texto en medida de que hay algo que ya no está y de esa ausencia habla también el texto escrito). La presencia sería la dimensión de “mutismo” de la obra de arte, “el trabajo espacial del arte se presenta a sí mismo como silencio, aunque su mutismo, que produce un efecto de presencia plena, puede ser interpretado como siempre de modo contradictorio”. Estar “plenamente” sería estar en silencio, sin anticipación ni postergación, se trataría de algo que se ve así mismo como completamente ajeno o heterogéneo a las palabras, en donde estas encuentran su límite. Se trata de un discurso autoritario en la medida de ese imperativo de imponerse como ajeno a la palabra. Si embargo, y desde la perspectiva de quien recibe esa obra “muda”, ese mutismo –distinto de la taciturnidad que “es el silencio de algo que puede hablar, mientras que llamamos mutismo al silencio de una cosa que no puede hablar”- podría siempre ser leído o interpretado, para el espectador la obra es una infinidad de discursos en potencia, de discursos “virtuales”. Esa infinidad de discursos en potencia constituirían una forma de autoritarismo mayor aún, un autoritarismo teológico. Esa es la forma autoritaria del modernismo pictórico para quien la autonomía de la plasticidad (forma, figura, color, planeidad, frontalidad..) no constituyen un lenguaje discursivo sino plenamente autónomo, en el que el que el cuadro de la pintura podría ser la variación de una pintura total. Así la “presencia” plena solo es posible en tanto el cuerpo que percibe decide ser un cuerpo sometido al autoritarismo del otro, un cuerpo desnudo en el sentido de un cuerpo sin cabeza, sin historia, sin memoria, un cuerpo para la fruición del color, un cuerpo para el goce. Ya no entonces un cuerpo para el placer, para el sentido. La presencia es la presencia de un cuerpo-de-obra que interpela un cuerpo-dado.

El problema del cuerpo y la belleza no se ubica en la tradición platónica del “bello cuerpo” y el alma noble, en el que podríamos ubicar características y propiedades para lo bello, como la armonía, la adecuación, la proporción, el equilibrio, etc. Como explica Jacques Derrida, no se puede tratar la belleza como “un efecto separado” aunque se sea sensible a ella. Tanto dentro como fuera del arte, la belleza no se puede “separar de la experiencia del cuerpo, y por lo tanto de la experiencia del deseo”.
Para Derrida va resultar difícil separar el problema del cuerpo del problema de la escritura. Este último término de escritura se refiere a todo serie de marcas, de huellas que no son necesariamente un texto escrito, puede ser una pintura o un otra escritura visual o sonora. La escritura para darse necesita no solo que un autor la produzca sino que esa escritura encuentre una lectura es decir signifique como tal para un otro. Es decir que la escritura es un asunto de postergación (de diferimiento en el tiempo) ya que es visible solo una vez que ya se ha realizado. Por ejemplo, para que seamos capaces de ver la escritura de un pintor como van Gogh hará falta que veamos en su trazo y en su pintura, para que percibamos la presencia de su cuerpo en su gesto, hará falta que su cuerpo no esté más en ese gesto, es d ecir que ya lo haya realizado. Y al mismo tiempo podemos decir que sin esa postergación, sin esa huella no hay escritura y no hay cuerpo. Lo que se desea es ese cuerpo que ya no está, eso que solo es posible en su ausencia.
La estética del cuerpo es el modelado minucioso de un gesto que deja ver una escritura –una serie de marcas-, que deja ver el cuerpo que se hace visible en esa escritura en tanto cuerpo menor, en tanto cuerpo que piensa y no en tanto cuerpo fijado por una discursividad que lo naturaliza. El cuerpo como discurso menor es un pliegue en el proceso poiético que se puede escribir aún a espaldas del discurso mayor.



Ana Rodríguez
Febrero 2008